La victoria, el gobierno y Syriza


DEA - IZQUIERDA OBRERA INTERNACIONALISTA
 28 de enero de 2015
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[Reproducimos la declaración de la Izquierda Obrera Internacionalista (DEA), organización política griega que forma parte de Syriza]
1. La derrota política de la coalición de Antonis Samaras (Nueva Democracia-ND) y de Evangelos Venizelos (Pasok -Movimiento socialista panhelénico-) en las elecciones del 25 de enero, constituye una victoria de las fuerzas de la resistencia social. Es decir de la clase obrera y de las masas populares de Grecia que, desde que se desencadenó la crisis y comenzaron los memorándum (2010), está luchando contra los acuerdos entre las clases dirigentes griegas, la Troika (BCE, UE, FMI) y los acreedores, que han impuesto una política de austeridad brutal. Es fruto de las huelgas generales, de las jornadas de movilización, de las manifestaciones, de las ocupaciones de las plazas, de las decisivas luchas sectoriales y locales que, a pesar del repliegue reciente, han mantenido cierta continuidad, y alcanzaron su punto álgido en los años 2010-2012.
Durante este tiempo, quienes luchaban desde "abajo" articularon una serie de reivindicaciones, anhelos y esperanzas que siguen estando vigentes. La fuerza de este marco reivindicativo está en la exigencia de una política antiausteridad que, a pesar de los ataques orquestado por los media dominantes, se ha expresado en la confianza y la esperanza depositada en y a la izquierda. Ahí se encuentra la razón tanto de la victoria política de Syriza, que ha adquirido una dimensión masiva, como la del mantenimiento del Partido Comunista (KKE).
2. El desplazamiento masivo de las capas populares hacia la izquierda, tal como se ha expresado en las urnas el 25 de enero, ofrece a Syriza un impulso político más fuerte que el que expresa la obtención de los 149 escaños en el parlamento; una cifra próxima a los 151 que hubiera necesitado para asegurar a Syriza la mayoría absoluta. La ND de Samaras, a pesar del infame y poderoso apoyo de fuerzas a escala nacional e internacional, ha caído al 27,8%, es decir, al récord de su pérdida de influencia.
De todos modos, lo más importante es que ND ha salido terriblemente tocada de la batalla electoral, tanto a nivel político como estratégico. Las diferencias internas entre la corriente de extrema derecha llamada populista (basada en el nacionalismo, la xenofobia y el racismo) y los "brotes sociales" del centro-derecha tradicional aflorarán de nuevo, inevitablemente, en ND. Por el momento, no hay respuestas a la cuestión de la unidad en el campo de la derecha conservadora.
3. La decisión de la dirección de Syriza a favor de una coalición con Anel (Griegos independientes) de Panos Kammenos subestima, de forma errónea, esta dinámica. La coalición con Anel no era la única opoción posible tras los resultados electorales y la situación que se derivaba de ellos. Efectivamente, existía la opción consistente en demandar un voto "de confianza" al Parlamento sobre la base de los compromisos de Salónica (14 de septiembre de 2014) así como del programa del Congreso fundacional de Syriza.
La decisión del congreso de Syriza -que confirmó su declaración fundacional- rechazó las alianzas políticas con el centro-izquierda. Una opción que para nosotros es aplicable, con más razón, al centro-derecha.
Las "líneas rojas" de Anel están en contradicción con el estado de ánimo y los sentimientos de una gran parte de los miembros de Syriza y actúan como una correa de transmisión del sistema contra el gobierno de izquierda. En estas condiciones, el acuerdo gubernamental con Anel compromete el proyecto político del gobierno de izquierda que quiera desarrollar una política y una estrategia de transición.
4. Para las y los miembros y partidarios de Syriza, para toda la izquierda, para los militantes de los movimiento sociales, estamos ante una nueva situación política.
La puesta en pie de los compromisos de Salónica/1 será una primera "etapa": restablecer el salario mínimo al nivel anterior a la crisis; recuperar la 13ª paga para las y los pensionistas con pensiones iguales o inferiores a 700€; restablecer los convenios colectivos; fiscalidad a partir del umbral de 12 000€; abolición de Enfia (un impuesto inmobiliario injusto) y el impuesto sobre el gasóleo para la calefacción doméstica. Esto dará el primer mensaje político fuerte frente a la austeridad.
Con el movimiento de masas en cabeza, tendremos que abrir el camino para un rechazo completo de la política de austeridad. ¡Para recuperarlo todo! En esta perspectiva, dar respuesta a las reivindicaciones de los huelguistas de la radiotelevisión nacional [ERT, cerrada de forma autoritaria por Samaras en junio de 2013 y ocupada durante meses], de las mujeres de la limpieza del ministerio de Finanzas, de los despedidos, de los "evaluados" y de los funcionarios puestos "a disposición"[durante un año antes de ser despedidos] serán igualmente mensajes importantes enviados a la vez a todos aquellos y aquellas que están en nuestro campo y a la oposición de derechas.
5. En este nuevo contexto, el papel del "partido" Syriza es irremplazable. El funcionamiento de sus órganos y de sus militantes en los comités, el funcionamientos colegiado de sus órganos y la democracia interna no son una opción facultativa sino una condición indispensable para la victoria final de Syriza, para la victoria final del conjunto de la izquierda y de las clases trabajadoras.
27/01/2015
Traducción: VIENTO SUR
Notas
1/ Puntos expuestos por Alexis Tsipras, presidente del partido-coalición Syriza durante la última Feria Internacional de Salónica que se celebra cada año en septiembre y en la que el Jefe de Gobierno (en esa ocasión Antonis Samaras) y el líder del partido mayoritario de la oposición (Alexis Tsipras) exponen su punto de vista sobre la situación del país. (Redacción A l’Encontre)

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