Gaza: ¿hasta cuándo?


Por: María Elena Álvarez Acosta 

 11 julio 2014, Cubadebate


¿Hasta cuándo el horror y el genocidio afectarán a los palestinos en la franja de Gaza? Todo indica que seguirá siendo parte de la cotidianidad, aún después del eventual final de la operación Margen Protector y de las razones que Tel Aviv arguye.
Los hechos

Margen Protector, se denomina a la nueva agresión, mayoritariamente identificada en los medios como operación militar, lanzada por Israel contra Gaza (territorio de 360 kilómetros cuadrados en el que viven 1,8 millones de palestinos). Gaza es gobernada por Hamás desde el 2006, tras ganar las elecciones democráticas en ese territorio. Sin embargo, no fue reconocido el resultado de esas elecciones. De forma general en los medios se califica como grupo terrorista.

En esta nueva acción contra Gaza, las Fuerzas Armadas israelíes señalan que se defienden de Hamás: el objetivo declarado es frenar los ataques mediante cohetes hacia territorio israelí por parte del grupo islamista Hamás. También ese motivo se esgrimió en las anteriores agresiones israelíes contra Gaza, denominadas Plomo Fundido y Pilar Defensivo, en el 2008 y 2012, respectivamente.

Según diversas fuentes periodísticas, entre ellas El País, la intensidad de la violencia subió inicialmente a partir del 12 de junio -tras la desaparición de tres jóvenes israelíes de entre 16 y 19 años que hacían autoestop a la salida de una escuela religiosa cerca de un asentamiento israelí en Cisjordania– y de nuevo el pasado 3 de julio, cuando un joven palestino fue secuestrado y asesinado (la autopsia apunta a que fue quemado vivo) por un grupo de judíos extremistas como venganza por el triple crimen.

A continuación, también la mayoría de los medios, señalan que las milicias palestinas no tardaron en lanzar cohetes desde la franja de Gaza a Israel. Posteriormente, el Ejército israelí bombardeó el territorio en el marco de su tercera gran operación para “frenar el lanzamiento de cohetes”, y debilitar a Hamás.

Fuentes alternativas buscan una aproximación menos parcializada y evalúan las reales posibilidades de este grupo armando en una guerra contra Israel, así como el hecho de que en ningún momento el grupo ha reconocido ser la autora de la muerte de los tres jóvenes israelíes. Paralelamente, de forma general se obvia:

- la capacidad defensiva real de Hamás y los habitantes de la Franja de Gaza. No son un Estado, son un pequeño territorio bloqueado y asediado durante años que, cuando se cierran los túneles con Egipto, no tienen a donde retroceder frente a los bombardeos (y la posible agresión por tierra).

- Los métodos israelíes. Más allá de una guerra, estamos en presencia de un genocidio, donde el terrorismo de Estado y los asesinatos selectivos ocupan un lugar predominante, no sólo en los momentos de agresión, sino sistemáticamente.
Israel

La ruptura entre el Primer Ministro israelí, Banjamin Netanyahu y el Ministro de Relaciones Exteriores, Avigdor Lieberman, así como la elección del nuevo Presidente, Reuvèn Rivlin muestra fuertes contradicciones al interior del gobierno israelí, un eventual debilitamiento del papel -y liderazgo- de Netanyahu, así como de los sectores que representa. En ese contexto, la agresión a Gaza reafirma su postura de mando. Puede ser más duro aún y el que decide es el Primer Ministro.

A lo interno de Israel puede haber otras lecturas de la agresión. Recordemos que la sociedad israelí también ha visto deteriorarse sus condiciones de vida, así como la tendencia a la fragmentación política, entendida como la existencia cada vez de un número mayor de partidos ortodoxos y religiosos, diferencias entre religiosos y laicos, entre árabes e israelíes.

Ante ese escenario, es necesaria la unidad. Siempre la opción militar ha sido un instrumento utilizado en ese país en los momentos de crisis, ejemplo de ello, fue la guerra de 1967, cuando la crisis interna fue uno de los elementos, no el único, que condujo a la acción bélica.

Pueden existir otras razones y condicionantes a lo interno, pero, más allá de las alianzas y preferencias políticas, la agresión tiene una carga importante dirigida a la necesidad de la unidad del país y la invencibilidad de sus Fuerzas Armadas. El miedo de los israelíes a la amenaza palestina desempeña de nuevo un papel de primer orden.

Asimismo, Netanyahu demuestra que sus aliados, con independencia de que estén de acuerdo o no con el método, lo apoyan, como analizaremos a continuación.
Lo internacional

Algunos gobiernos, Organizaciones no Gubernamentales, entre otros condenan la agresión israelí de buena fe, otros lo hacen por las demandas de sus poblaciones o intereses puntuales, mientras los aliados de Israel, lo apoyan, pero “buscan alternativas” y no lo condenan.

Observamos, como se solicita que por favor detenga las acciones militares contra Gaza, se lleve el asunto urgentemente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, pero desgraciadamente, no pasa nada, la agresión se mantiene y amenaza con fortalecerse.

Debemos recordar, primero, que aquellos países y gobiernos que no son del “agrado” de Estados Unidos y sus aliados son acusados, condenados y agredidos, por la violación de los derechos humanos, sea cierto o no, son los casos de Libia y Siria. Segundo, que Estados Unidos jamás ha permitido que en el Consejo de Seguridad se apruebe una Resolución que condene a Israel. El gobierno israelí cuenta con ello. Puede hacer lo que considere, sus aliados no le fallarán.

Hay coincidencia a nivel internacional en la necesidad de ir al diálogo. Debe recordarse que Israel, sistemáticamente ha violado lo establecido en los acuerdos de paz iniciado desde el año 1991, o el tomado por cualquier organización a nivel mundial. Nunca ha cumplido, solo aquello que considere pertinente.
Detengámonos en la postura estadounidense

Barack Obama, solícitamente, ofreció al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, la mediación estadounidense para lograr una tregua entre Israel y Hamás. O sea, se mantiene como juez y parte. Según el diario El País, en una conversación telefónica, el mandatario estadounidense aseguró a Netanyahu que Washington “sigue preparado para facilitar un cese de hostilidades, incluido un regreso al acuerdo de alto el fuego de noviembre de 2012″.

En dicha conversación, Obama condenó el lanzamiento de cohetes desde Gaza a territorio israelí, apoyó el derecho de Israel a defenderse, pero manifestó su “preocupación” por la escalada violenta y urgió a ambas partes a “restaurar la calma y proteger las vidas de civiles”. Si no fuera tan trágico sería hasta risible.

La Casa Blanca condena los cohetes que lanza Hamás a Israel, pero la demoledora fuerza militar de Israel contra Gaza no se condena. Hacemos referencia a un país que por estar preparado militarmente, cuenta hasta con armas nucleares;

El presidente norteamericano reconoce el derecho de Israel a defenderse, pero no el de los palestinos. Parece que obvia un pequeño detalle, o no recibió esa parte de la historia cuando era estudiante: Israel arrebató el territorio a los palestinos y los condenó a vivir como refugiados en su propio territorio.

Obama pide calma y proteger vidas civiles, aquí parece que no le da preferencias a ninguna parte, pero en la práctica y dadas las disparidades entre el que agrede y en el que se defiende, parece que la vida de los palestinos no tiene el mismo valor que la de los israelíes.
Los palestinos

Debemos recordar que la división entre las fuerzas políticas palestinas se mantuvo hasta que en abril pasado se logró un acuerdo.

Israel no acepta que Al Fatah y Hamás hayan llegado a un acuerdo. De alguna manera la agresión trata de demostrar las consecuencias que tendrá la parte palestina si esa alianza no se rompe. No habrá paz, no habrá negociaciones, solo guerra y muerte.

Además, trata de demostrar, una vez más, que Hamás es una organización terrorista, que lo agrede y que el Estado israelí (indefenso) no puede permitir ese tipo de acciones, claro no importa cuántos palestinos deben morir para demostrar esto.

Hamás, aunque ha respondido que defenderá el territorio de Gaza, enfrenta una difícil situación, no solo para contrarrestar la agresión, sino para defender a su población.

Los túneles en el Sinaí se han abierto por determinados períodos de tiempo, después del inicio de la agresión, pero la práctica ha sido estar cerrados. Cuenta con fuerza suficiente para defender este territorio? Cómo podrá proteger a la población de Gaza de una agresión terrestre? Muchas son las interrogantes en este ámbito, pero tal vez una es definitoria y va más allá de la propia agresión y sus consecuencias, es la referida a la unidad de las fuerzas palestinas, ¿podrán las fuerzas políticas lograr mantenerse unidas?

Cuando los diversos medios y dirigentes se refieren a la agresión, ponen casi en pie de igualdad a Gaza, empleando el término Palestina, con Israel. Además condenan las acciones emprendidas desde el territorio de Gaza, no es que un acto que trae implícito la muerte de un ser humano no sea condenable, pero pareciera que están llamando a no molestar a Israel. Sin embargo, debemos recordar que Tel Aviv ha utilizado muchos pretextos para agredir a los palestinos.

Todo indica que Israel irá al diálogo cuando lo considere pertinente y siempre estará dispuesto a utilizar la fuerza, aunque los métodos de los palestinos sean pacíficos.

¿Tal vez Israel pretenda ocupar el territorio de nuevo?
Lo regional

El inicio de las revueltas populares en África Norte y Medio Oriente fue un factor de preocupación para Israel, temía la pérdida de aliados y cambios de gobiernos que apoyaran a los palestinos, así como situaciones de inestabilidad que se acercaran a sus fronteras.

En la práctica, hasta el momento, no ha perdido aliados, solo coyunturalmente, y no se ha visto amenazado directamente con inestabilidad, a pesar de la guerra en Siria. La balanza en el escenario regional se inclina a los factores que lo favorecen o por lo menos no lo comprometen.

Algunos de los países y organizaciones que históricamente han desarrollado un papel más activo a favor de los palestinos enfrentan guerras en sus territorios o situaciones de inestabilidad, son los casos de Hezbola y Siria. Por otra parte, Irán está en conversaciones con los aliados de Israel y con dos guerras en sus fronteras, con Iraq y con Afganistán, respectivamente.

Las conversaciones entre occidente e Irán han sido muy mal vistas por Israel, y hasta cierto punto se siente traicionado, esto es muy importante a la hora de evaluar las respuestas del gobierno de Netanyahu, ante las peticiones de sus aliados de llegar a un cese al fuego. Paralelamente, para Irán es un nuevo reto: tratar de llegar a un acuerdo para el cese de la agresión a Gaza.

En otro sentido, con independencia de que las organizaciones regionales urjan por reuniones urgentes para tratar el problema palestino, en los dos últimos años han demostrado sus preferencias hacia las alianzas con Occidente y han sido utilizadas por determinados sectores regionales e internacionales para las acciones en contra de países como Libia y Siria.

Sin embargo, Israel puede percibir como una amenaza que la inestabilidad en determinados países lleve a que algunos palestinos regresen al territorio de Gaza. Parece que no quiere ni un palestino más en los territorios por él usurpado.
La memoria histórica y las causas doctrinales de la agresión

Si repasamos el pasado reciente observamos otras agresiones y otros métodos utilizados contra la población de Gaza; pueden ser las acciones muy parecidas de la operación denominada Plomo Fundido y Pilar defensivo, o las emprendidas contra la Flotilla de la Libertad porque no llegara ayuda a la región de Gaza.

Hoy, los titulares señalan Imágenes muy duras en la Franja de Gaza, es cierto, hoy la situación es terrible, mucho peor que cuando hay paz, pero qué paz, cómo viven cotidianamente los pobladores de esta región. Los bombardeos, las agresiones, las represalias pueden ocurrir en cualquier momento, y para ello Israel utiliza cualquier pretexto, sobre todo, después de la victoria de Hamas en las elecciones de 2006.

Algunos plantean que Hamas no debía responder, que tiene responsabilidad al provocar al Estado sionista, pero pregunto, ¿además de todo lo que han perdido los palestinos, también se van a dejar arrebatar su dignidad? Más allá de las acciones y sucesos por las que el gobierno israelí ha acusado a Hamas, cualquier pretexto sería válido para atacar esta zona. ¿Por qué?

Porque las causas de las accione israelí tienen su base en los pilares fundacionales de dicho Estado. ¿Cuál es la esencia de la existencia del Estado y su seguridad? ¿Cuál ha sido su política para legitimarse?

La ideología sionista legitima y defiende la implantación de este estado, obviando la existencia de la población palestina en el territorio. Para ello, ha utilizado sistemáticamente la política del hecho consumado, el exterminio y el desplazamiento forzoso de la población, el expansionismo, la superioridad militar, incluyendo en sus arsenales el arma nuclear y la alianza con las potencias occidentales, esencialmente con EEUU.

¿Son nuevos estos métodos israelíes contra los palestinos? No, ¿Cuáles fueron las razones para arrasar con la aldea de Der Yasin, para la destrucción total de Sabra y Chatila, para la constitución de asentamientos de colonos en la zona de Cisjordania, o la construcción de un muro?

Cuántas preguntas podríamos hacernos y la respuesta siempre se vincularía a la necesidad del estado sionista de legitimar su existencia a través del hecho consumado, debe existir una población mayoritariamente judía. Mientras exista un palestino, sobre todo si este sigue luchando por la legitimación de sus derechos sobre su territorio, Israel se sentirá amenazado.

Las causas y objetivos de esta nueva agresión tienen sus fundamentos históricos. Sin embargo, no podemos obviar otras razones que han influido en la actuación de Israel en este momento, como hemos visto anteriormente. El contexto ha variado, pero los fundamentos siguen allí.

Es difícil lograr una aproximación objetiva a la agresión israelí a Gaza, no sólo por el horror y la muerte causada por la agresión desmesurada de Tel Aviv contra los palestinos, sino y sobre todo, porque estas acciones las desarrolla un Estado que reclama que lo reconozcan como Estado Judío.

Mientras veía las imágenes de Gaza recordaba las de una película documental “El Fascismo Corriente”. ¿Hubiesen estado de acuerdo con lo que hoy sucede en Gaza, los millones de judíos humillados, vejados y asesinados por el fascismo? Aunque la respuesta es hipotética, estoy segura que hubiese sido no, que aquellos judíos lo condenarían, como la humanidad condenó lo que le hizo el fascismo a ese pueblo.

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