Honduras. Comunicado del Foro de Mujeres por la Vida


 Propuesta por la Seguridad de las Mujeres


 Nosotras mujeres de diferentes redes y organizaciones de mujeres de las regiones norte y occidente de Honduras, que integramos el FORO DE MUJERES POR LA VIDA, y que junto a otras organizaciones hemos reflexionado acerca del impacto que tiene en nuestras vidas y la de otras mujeres el incremento de la inseguridad y la violencia en nuestra sociedad, estamos convencidas de la necesidad de buscar alternativas viables y concretas que aseguren nuestro derecho a vivir una vida libre de violencias.

 Preocupadas por el aparecimiento de nuevas expresiones de acción delincuencial que junto a formas tradicionales de violencia basada en relaciones de género, se convierten en amenazas cotidianas que restringen nuestro derecho a la libre circulación, al uso de medios de transporte público, a transitar por las calles de nuestros propios barrios y comunidades. 

 Consientes que las crisis institucionales fomentan la impunidad histórica ante hechos de violencia contra las mujeres, que impiden el acceso a la justicia y a servicios de protección integral para las víctimas y para las defensoras que pese a los riesgos, asumimos el compromiso de acompañar a mujeres que sufren violencia. 

 Consideramos que nuestro país y el movimiento de mujeres en particular necesita dotarse de una agenda de seguridad ciudadana que se inspire en los principios de empoderamiento y protección reafirmando el derecho a la seguridad humana, promoviendo y asegurando el respeto a nuestras libertades de vivir sin miedo y discriminaciones en los ámbitos privados y públicos. Por lo que proponemos:

 1. Demandamos una seguridad en manos del poder civil con equidad e igualdad de género. No se puede erradicar la violencia con medidas represivas, inversión en armas, militarización del país y privatización de la seguridad. Es urgente:
 - Que las fuerzas armadas cumplan su función vinculada estrictamente a la defensa de la soberanía tal como lo dice la constitución. 
 - Legislación y mecanismos de control en la tenencia de armas, grupos paramilitares y agencias de seguridad privada 
 - Creación de la policía comunitaria y planes integrales de seguridad en los municipios que incorporen la violencia contra la mujer como un problema prioritario de seguridad. 
 - Que se asigne a nivel nacional y local un porcentaje del presupuesto de seguridad destinado a la prevención y erradicación de las violencias contra las mujeres.

 2. Basadas en el principio que el acceso a la justicia y la protección integral es un derecho humano de las mujeres y que mientras exista impunidad y el Estado no asuma su responsabilidad en la prevención, atención, sanción, erradicación y reparación de la violencia contra las mujeres, no puede existir seguridad. Por tanto demandamos:

 - La ratificación del Protocolo Facultativo de la CEDAW. 
 - Generar cambios estructurales en el Ministerio Publico y en el Poder judicial a fin de eliminar la corrupción y la impunidad, buscando el fortalecimiento de instancias como la Fiscalía de la Mujer, los juzgados de violencia, unidades de investigación de crímenes contra mujeres, protocolos de atención, tratamiento e investigación.
 - Generar sistemas de alerta que permitan la incorporación inmediata de todas las instancias públicas vinculadas a la seguridad de las mujeres en casos graves de violencias contra las mujeres

 3. Que se respeten nuestros bienes naturales y comunes, así como nuestro derecho a defenderlos, garantizando la protección y no criminalización de las defensoras, en el marco del cumplimiento de los compromisos internacionales en materia de protección y respeto de los derechos de mujeres defensoras de Derechos Humanos. Así como el cumplimiento de las disposiciones contenidas en la OIT en relación a los bienes naturales y comunes de los pueblos originarios.

 4. Se debe respetar y proteger el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo y sus vidas, partiendo de que la seguridad parte de nuestras libertades y una vida sin miedos. En ese sentido es necesario que se derogue el decreto que prohíbe la venta y distribución de la PAE, así como la despenalización del aborto. De igual manera es fundamental realizar acciones encaminadas a eliminar la discriminación, y violencia contra las personas LGTBI.

 5. Que se creen condiciones reales para la participación de las mujeres y se garantice que las propuestas de las mujeres sean retomadas por las instancias del Estado vinculadas a la seguridad de las mujer, como el Instituto Nacional de la Mujer, las Oficinas Municipales de la Mujer y otras, para esto se necesita crear mecanismos que garanticen que las personas al frente de estas instancias cumplan con la formación y compromiso necesario así como que respondan únicamente a los intereses y seguridad de las mujeres.

 6. La inseguridad y la violencia tiene raíces en las desigualdades, la impunidad, la corrupción y la pobreza. Es necesario generar cambios estructurales en el país, garantizando que las mujeres tengamos acceso a recursos económicos necesarios, a la tierra en igualdad de derechos, a fuentes de empleo, a salarios justos, a créditos, para producir y consumir sin dañar al medio ambiente.

 “Para nosotras mujeres indígenas, jóvenes, niñas, afrodecendientes, campesinas, pobladoras, con retos especiales, urbanas, rurales, obreras, académicas, profesionales, artistas, la seguridad es un derecho humano, que parte del fortalecimiento de nuestra autonomía y libertades. Para las mujeres la seguridad debe estar vinculada con la libertad, con el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, con la posibilidad del disfrute de todos nuestros derechos y sobre todo la certeza de una vida libre de violencia y de miedo. Desde nuestra concepción, la seguridad debe conectarse con los espacios íntimos, privados y públicos. Requiere partir de una construcción de la ciudadanía que tome en cuenta las diferencias y las particularidades de cada mujer y se conecte de lo local a lo nacional, respetando el derecho de autodeterminación de los pueblos. Las mujeres buscamos una seguridad que elimine prácticas culturales de violencia y que fortalezca los procesos de construcción colectiva y la participación. Para lograr la seguridad que deseamos las mujeres hondureñas, se requiere que los esfuerzos de nuestro pueblo y sobre todo del Estado, se centren en la construcción de comunidades dignas, éticas, sororarias y justas. La seguridad que soñamos demanda una inversión en nuestras vidas y un alto a la militarización y el armamentismo. 

 San Pedro Sula, 18 de Octubre 2013

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