Africa: Mujeres de Mali, digamos « NO! » a la guerra impuesta por otros 


Sin Permiso, 23 de diciembre 2012

De la situación dramática de Mali se desprende una realidad terrible que se verifica en otros países en conflicto: la instrumentalización  de la violencia sobre las mujeres para justificar  la  ingerencia y las guerras causadas por la  codicia de las riquezas de su país. Las mujeres africanas deben saberlo y hacerlo saber.


Introducción

De la situación dramática de Mali  se desprende una realidad terrible que se verifica en otros países en conflicto: la instrumentalización  de la violencia sobre las mujeres para justificar la ingerencia y las guerras causadas por la  codicia de las riquezas de su país. Las mujeres africanas deben saberlo y hacerlo saber.

De la misma forma que la amputación de dos tercios del  territorio  de Mali y la imposición de la charia a las poblaciones de las regiones ocupadas son humanamente inaceptables, la instrumentalización de esta situación, por ejemplo por la suerte reservada a las mujeres, es moralmente indefendible y políticamente intolerable.

En consecuencia, nosotras, las mujeres de Mali, tenemos que jugar  un rol histórico , aquí y ahora, en la defensa de nuestros derechos humanos / Sugerencia, Reemplazar humanos por fundamentales/ contra tres formas de fundamentalismo: el religioso a través del islam radical; el económico a través del todo mercado; el político a través de la democracia formal, corrupta y corruptora.

Invitamos a toda/os aquella/os que,  en nuestro país, en Africa y en otras partes, se sientan concernidos por nuestra liberación de estos fundamentalismos, a juntar sus voces a las nuestras para decir “No” a la guerra por procuración que se perfila  en el horizonte. Los argumentos siguientes justifican este rechazo:

1 La negación de democracia

La demanda del despliegue de tropas africanas en el norte de Mali, transmitida por la Comunidad de Estados de Africa del Oeste (CEDEAO) y la Unión Africana (UA)  a las a Naciones Unidas, se basa en un diagnóstico deliberadamente  sesgado e ilegítimo.  No se basa en ninguna concertación nacional digna de este nombre, ni en la cúspide ni en la base. Este diagnóstico excluye, por otra parte, la fuerte responsabilidad  moral y política de las naciones que han violado la resolución 1973 del Consejo de Seguridad transformando la protección de la ciudad  libia  de Ben Ghazi en un mandato de derrocar el régimen de Mouammar Kadhafi y de matarlo.  La coalición de los separatistas del movimiento nacional de liberación del  Azawad (MLNA), de Al Kaeda  al Maghreb Islámico (AQMI) y de sus aliados que ha vencido a un ejército maliano desmotivado y desorganizado debe igualmente esta victoria militar  a los arsenales  salidos del conflicto libio.

El mismo Consejo de Seguridad ¿va a aprobar en los próximos días el plan de intervención militar que los Jefes de Estado africanos han aprobado, pretendiendo así corregir las consecuencias de una guerra injusta con una guerra  igualmente  injusta?

Marginalizada y humillada en la gestión de la crisis “libia” ¿puede o debe la Unión Africana  lanzarse a esta aventura en Mali sin meditar las enseñanzas de la caída del régimen de Mouammar Kadhafi ?

 ¿Donde está la coherencia de los dirigentes africanos en la gestión de los asuntos del continente si la mayoría de ellos se opuso en vano a la intervención de la OTAN en Libia y ahora se ponen de acuerdo sobre la necesidad de un despliegue de fuerzas militares en Mali, de consecuencias incalculables?

2 La extrema vulnerabilidad de las mujeres en las zonas en conflicto.

El Grupo de Crisis internacional advierte, con razón, que “En el contexto actual, una ofensiva del ejército maliano apoyado por fuerzas de la CEDAEO y/o de otras fuerzas tiene todas las probabilidades de provocar  aún mas víctimas civiles en el Norte, de agravar la inseguridad y las condiciones económicas y sociales en el conjunto del país, de radicalizar a las comunidades étnicas, de favorecer la expresión violenta de todos los grupos extremistas y, en fin, de arrastrar al conjunto de la región a un conflicto multiforme sin línea de frente en el Sahara”. (« Le Mali : Evitar la escalada » International Crisis Group - http://www.crisisgroup.org/fr- 18 julio 2012).

 Estas consecuencias revisten una gravedad especial para las mujeres. Su vulnerabilidad, que está en todas las bocas, debería estar presente en todos los espíritus cuando se toman las decisiones y ser disuasiva cuando la guerra puede evitarse. Se puede. Debe evitarse en Mali.

Recordemos que los casos de violación que deploramos en las zonas ocupadas del Norte pueden multiplicarse con el despliegue de varios miles de soldados. A este riesgo hay que añadir el de una prostitución más o menos disimulada que se desarrolla generalmente en las zonas de gran precariedad y en consecuencia los riesgos de propagación del VIH/SIDA. El plan de intervención militar  que va a examinar el Consejo de Seguridad ¿prevé los medios para proteger realmente a las mujeres y niñas de Mali de este tipo de situación desastrosa?

Recordemos también que en el conjunto del territorio las sanciones económicas impuestas por la comunidad internacional al pueblo maliano en nombre del retorno a un orden constitucional desacreditado afectan considerablemente a los grupos vulnerables. Debido a la división sexual de las tareas, las mujeres se enfrentan a nivel doméstico a la enorme dificultad  de proporcionar agua, alimentos, energía doméstica, medicamentos a las familias. Esta lucha cotidiana e interminable para la supervivencia es ya en sí misma una guerra. En estas circunstancias de precariedad y de vulnerabilidad  de las poblaciones, y de las mujeres en especial, la opción militar en preparación es un remedio que tiene todas las probabilidades  de ser peor que la enfermedad, mientras que una alternativa pacífica  que emanara de la sociedad maliana, civil, política y militar,  sería constructiva.

3 Incoherencias de la comunidad internacional

 Todos los poderosos representantes de la « comunidad internacional » así como la CEDEAO y la UA se han pronunciado a propósito de nuestros malditos males de mujeres en situación de conflicto. A tal señor tal honor, el Presidente francés François Hollande, que juega el papel de jefe de filas en la defensa de la opción militar, ha subrayado el sufrimiento de las mujeres « primeras víctimas de las violencias de las guerras » (Kinshasa – 14ª cumbre de la Organización Internacional de la Francofonía). Sin embargo, el 26 de Septiembre 2012 declaró en New York, en ocasión de la reunión especial sobre el Sahel, al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas, « Sé que puede haber una tentación de llevar a cabo negociaciones. ¿Negociar con grupos terroristas ? En absoluto. Cualquier pérdida de tiempo, cualquier proceso que se eternizara no haría más que hacer el juego a los terroristas ». « Hay que saber terminar una guerra », parece que dicen los Presidentes americanos y francés. « La guerra de Afganistán se ha prolongado más allá de la misión inicial. Induce a la rebelión al mismo tiempo que permite combatirla. Ya es hora de poner fin ordenadamente a esta intervención y me comprometo aquí a hacerlo » declaró el candidato François Hollande en su discurso de investidura a la elección presidencial.

 La Secretaria de Estado norteamericana de asuntos exteriores, Hillary Clinton, cuya escala del 29de octubre 2012 en Argelia, tenía en parte como objeto convencer al Presidente Abdelaziz Bouteflika  de retomar el bando de la guerra, se dirigió a los Jefes de Estado africanos reunidos en Addis –Abeba en estos términos: “En la República Democrática del Congo, el ejercicio de actos de violencia contra las mujeres y las jóvenes y las actividades de los grupos armados en la región oriental del país, son para nosotros una fuente constante de preocupación. La Unión Africana y las Naciones Unidas no deben ahorrar esfuerzos a fin de ayudar a la RDC a reaccionar a estas crisis de seguridad incesantes.”

 La iniciativa del Secretario de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, titulada “Unidos para acabar con la violencia contra las mujeres”, lanzada el 25 de Enero 2008, presta una atención particular a las mujeres del Africa del Oeste. Esto era antes de las guerras en Costa de Marfil y en Libia, que han perjudicado mucho la realización de los objetivos asignados a estas iniciativa.  Comprendemos su reserva respecto al despliegue militar y esperamos que no apoyará el plan de intervención de los Jefes de Estados de la CEDEAO. La guerra, recordémoslo, es una violencia extrema contra las poblaciones civiles, entre ellas  las mujeres. No puede más que alejarnos de los objetivos de esta iniciativa.

 ¿Por qué los poderosos de este mundo, que tanto se preocupan de la suerte de las mujeres africanas, no nos dicen la verdad acerca de lo que está en juego en cuanto a  minería,  petróleo y geoestrategia de las guerras?

Por su parte, la Presidenta de la comisión de la UA, Nkosazana Dlamini-Zuma,  subraya que “Es crucial que las mujeres contribuyan y se impliquen activamente en la búsqueda de una solución al conflicto. Sus voces deben ser oídas en los esfuerzos para promover y consolidar la democracia en sus países. Para ello podéis contar sin duda alguna con el apoyo de la UA así como con mi compromiso personal”. (Reunión del grupo de apoyo y de seguimiento de la situación de Mali – 19 Noviembre 2012).

El nombramiento por vez primera de una mujer para este puesto podría ser un verdadero factor de emancipación política para las mujeres y por la tanto de liberación  del Continente si Nkosazana Dlamini- Zuma acepta ampliar  la base del debate sobre las mujeres africanas  integrando en él los temas globales que se nos ocultan.


4 Nuestro triste estatuto de rehenes

 Mali es un país a la vez agredido, humillado y tomado como rehén por actores políticos e institucionales  que no tienen que rendirnos cuentas para nada, empezando por la CEDEAO. Una de las consecuencias de esta realidad  es la enorme presión ejercida sobre lo que queda del Estado maliano. El Presidente interino, Dioncounda Traoré, es el primero de los rehenes malianos. Si ha creído necesario recordar, el 19 de Octubre 2012, con ocasión de la reunión de un grupo de apoyo y seguimiento de la situación de nuestro país, que no es un Presidente rehén, es precisamente  porque lo es. Si no, no habría repetido tres veces, el 21 de Septiembre 2012, la víspera del aniversario de la independencia de nuestro país, que privilegiaba el diálogo y la concertación, para pedir a las Naciones Unidas, tres días más tarde, una intervención militar internacional inmediata. “Tengo conciencia de ser el Presidente de un país en guerra pero la prioridad es el diálogo y la negociación. La segunda prioridad es el diálogo y la negociación  y” insiste, “la tercera prioridad continúa siendo el diálogo y la negociación. Haremos la guerra si no nos queda otra alternativa…” declaró en su discurso a la nación antes de cambiar de opinión.

 Más allá del Presidente interino, todos somos rehenes prisioneros de un sistema económico y político  no igualitario  e injusto que sobresale en el arte de romper las resistencias a golpe de chantaje a la financiación. La supresión de la ayuda exterior se traduce este año 2012 en una falta de ganancias de 429 miles de millones de francos CFA. La casi totalidad de las inversiones públicas  se han suspendido. El cierre de numerosas empresas ha ocasionado despidos y paro técnico a decenas de miles de trabajadores mientras que los precios de los alimentos continúan subiendo. Las pérdidas más importantes se registran en los sectores de la construcción y de las obras públicas. El turismo, el artesanado, la hotelería y la restauración, que sufrían desde 2008 los efectos de la inclusión de Mali en la lista de países con riesgo, se encuentran gravemente afectados, a pesar de que constituían fuentes de ingresos sustanciales para las regiones actualmente ocupadas, especialmente la de Tombouctou.

 Se hace referencia al status de rehén no para desdramatizar la experiencia insoportable de los rehenes europeos y de sus familias sino para recordar la situación igualmente grave de todos los seres humanos atrapados en sistemas de los que no son personalmente responsables. La cuestión es sin embargo saber actuar de tal manera que nuestro país reencuentre la integridad territorial y la paz y que los seis franceses detenidos por AQMI vuelvan a sus familias sanos y salvos, sin que estas liberaciones  abran la vía a una intervención militar que pondría en peligro la vida de centenares de miles de habitantes del Norte de Mali  que son igualmente rehenes.


5 La guerra interpuesta

 El juego de la guerra se alimenta de un conocimiento insuficiente  de lo que está en juego. Jacques Attali proporciona a quienes quieran utilizarla, una clave de lectura que demuestra, si ellos es necesario, que la intervención militar prevista es una guerra por procuración. Según él, Francia debe actuar  « …porque esta región  (el Sahel) puede convertirse en una base en la retaguardia de formación de terroristas y de kamikazes que atacarán los intereses occidentales en la región ; e incluso, a través de múltiples medios de paso, en Europa. Por ahora no son más que algunos centenares ; si no se hace nada pronto serán varios millares, venidos de Pakistán, de Indonesia y de América Latina. Y los yacimientos de uranio del Níger, esenciales para Francia, no están lejos ». (Blog Attali. 28 mayo 2012.)

La distribución de papeles entre Francia, la CEDEAO, la UA, Europa y la ONU está clara. La CEDEAO, de la que numerosos malianos y africanos no comprendían hasta ahora  su juego turbio, ejerce una misión en Mali.  Según Jacques Attali, la organización  subregional debía actuar “ para devolver a las autoridades civiles los medios de decidir, sin miedo, de restablecer la seguridad, de reestructurar el aparato militar y de volver a empezar  la actividad económica; en el Norte, para acabar con esta secesión hará falta un acción militar  sobre el terreno, con un apoyo logístico a distancia, medios de observación, drones y capacidad de encuadramiento estratégico.

 ¿Quién puede hacer todo esto? Evidentemente, no el gobierno maliano en solitario, que no tiene ni armas ni autoridad. Tampoco la CEDEAO que no tiene medios militares suficientes para garantizar el conjunto de la acción necesaria y que ni siquiera  puede esperar recibir  esta petición del gobierno maliano que está bajo la influencia de fuerzas inciertas. Tampoco la UA, y menos en solitario. Entonces ¿quién? ¿la ONU? ¿ la NATO? La cuestión va a salir pronto. Actualmente ya ha salido. Una vez más Europa debería evidentemente estar unida y en situación de decidir y actuar. Pero no lo está. Ahora bien, si las mediaciones actuales fracasan, pronto será necesario pensar en como establecer una coalición del tipo de la que ha funcionado en Afganistán. Antes de que lo imponga un equivalente del 11 de Septiembre 2001” »(El Blog de Jacques Attali : 28 Mayo 2012).

 Por lo tanto todo está claro. La guerra prevista en Mali entraría en el contexto de una prolongación de la de Afganistán, de donde Francia y Estados Unidos se retiran progresivamente después de once años de combates y de fuertes pérdidas en hombres, en material y en finanzas. Puesto que el Sahel es la zona de influencia de Francia, ésta toma la dirección de los asuntos que conciernen a Mali y subcontrata la violencia militar a la CEDEAO. Esta transferencia aparece correcta políticamente  para no ser acusada de colonialismo y e imperialismo, pero también para reducir el coste de la guerra y no registrar otras pérdidas en vidas humanas. Las opiniones públicas occidentales toleran cada vez menos que sus ciudadanos mueran en defensa de “nuestras” causas. Así, las tropas africanas  son llamadas,  al mismo título que los tiradores senegaleses,  a apoyar con la fuerza a Francia.


6 La mundialización  de los males y de las redes

 En este contexto el radicalismo religioso no tiene necesidad del norte de Mali para expandirse en Africa del Oeste y en el mundo. La economía mundializada sobre la base de la injusticia y de las desigualdades  es una máquina trituradora de las economías locales, las sociedades y las culturas que le ofrecen el terreno necesario.

 Del  Mar Rojo al Atlántico, de Afganistán a Nigeria, de Toulouse, donde Mohamed Merah ha actuado y ha sido abatido, a Tombouctou, los asuntos en juego son a la vez ideológicos, civilizacionales, identitarios, pero también económicos, políticos y geoestratégicos. Los actores y las fuerzas presentes son más o menos los mismos, con variantes locales para manipular  como la rebelión tuareg en Mali.

Por otra parte, ni afghanos, ni pakistaneses, ni argelinos ni otros predicadores,  son recién  llegados  en Mali.  Hicieron su aparición en las mezquitas a partir de la década de los 90, en el momento en que las  dramáticas consecuencias sociales y humanas de los Programas de Ajuste Estructural (PAS) sobre el empleo, la renta y los vínculos sociales empezaban a hacerse  sentir.

 7 La perspectiva “badenya” como alternativa a la guerra.

Algunas mujeres malianas,  bien impregnadas  de los riesgos y de la maquinaria  mortífera de la mundialización  neoliberal  incluyen entre ellos  las guerras. A los valores guerreros y depredadores del orden económico dominante oponemos los valores pacifistas, que nos reconcilian  los unos con los otros, así como con el resto del mundo. Badenya, (hijos de la madre) es uno de los valores que nosotras, las mujeres de Mali,  debemos cultivar más y contraponer al valor masculino fadenya (hijos del padre) que en su versión ultraliberal autoriza la carrera desenfrenada y fratricida al beneficio, hasta el punto de malvender  empresas públicas rentables, de ceder tierras agrícolas a los dominadores y de aceptar la partición del territorio nacional.

 Profundamente enraizado en la perspectiva badenya, nuestro rechazo de la guerra hunde sus raíces en una concepción de la procreación según la cual poner un niño en el mundo es ya una forma de montar al frente (musokele).  Y demasiadas de nosotras mueren dando a luz. Día tras día luchamos contra el hambre, la pobreza, la enfermedad, para que todos los niños crezcan, trabajen, cuiden de sí mismos  y asuman su parte de responsabilidad.

 Del mismo modo, cada una de nosotras reconoce en cada soldado, así como en cada rebelde y en cada nuevo converso al djihadismo, que van a enfrentarse en caso de guerra, a un hermano, un hijo, un sobrino, un primo. Antes buscaban un estatus social a través del empleo, los ingresos o incluso una visa. Con frecuencia fue en vano…Ahora tienen armas de guerra entre sus manos temblorosas. 

 Nuestras armas deberán ser la lucidez y la madurez política en este mundo sin fe ni ley. No hay ninguna razón para que Mali  se comprometa en un terreno en el que tanto Francia como Estados Unidos se retiran, a pesar de la potencia armamentística de la OTAN.

A la economía de la guerra, nosotras, las mujeres de Mali, oponemos la economía de la vida aprovechando la transición en curso como una ocasión histórica de hacer frente al triple desafío del saber, de la ciudadanía y del diálogo. Las evoluciones en curso sobre el terreno, entre ellas la voluntad de negociación de Anar  Dine y del MNLA, la modificación constante de las relaciones de fuerza, así como las estrategias y las interacciones entre los distintos grupos presentes, deben ser examinados con la atención necesaria a fin de no solamente evitar una guerra potencialmente trágica sino también de sortear los escollos  de los acuerdos pasados.

Las concertaciones nacionales previstas desde hace meses deben celebrarse de una vez para permitir a la sociedad maliana en su conjunto de reencontrarse y de definir por sí misma las bases y condiciones de una solución concertada (y no impuesta) al conflicto actual. Nosotras, mujeres malianas,  contribuiremos a ello plenamente, así como mañana contribuiremos a la refundación de la democracia en nuestro país de acuerdo con los valores sociales y  culturales  que nos son familiares.

Se trata, en resumen, de dar credibilidad,  de reforzar la capacidad de análisis,  de anticipación y de proposición de la sociedad maliana, civil, política y militar.

Pedimos a toda/os aquella/os que comparten nuestro planteamiento que interpelen inmediatamente a los principales actores de la comunidad internacional, por escrito o bajo cualquier otra forma de expresión, apelando a que el Consejo de Seguridad no adopte una resolución que autorice el despliegue  de millares de soldados en Mali.

Firmantes: Aminata D. TRAORE ; SISSOKO Safi SY ; SANOGO Sylvie KONE ; IMBO Mama SY ; Kadiatou TOURE ; TRAORE Sélikèné SIDIBE(Vieux) ; DICKO Rokia SACKO ; Ténin DIAKITE ; DOUMBIA Fanta DIALLO ; KONE Mamou TOURE ; TRAORE Sarata SANOGO ; TRAORE Penda DIALLO ; DIABATE Kadiatou KOUYATE ; Aminata BOCOUM ; Oumou KODIO ; Assatou KAREMBE ; Awa KOÏTA ; Aminata DOUMBIA ; Fatoumata COULIBALY ; Badji BOIRE ; Awa TOURE ; Bintou KONE ; Fatoumata MARIKO ; Mariam KONE ; Minata DIARRA ; Oumou KEITA ; Kadiatou DIALLO ; Kankou KONE ; Rokia NIARE ; Kadia DJIRE ; Ada NANTOUMA ; Awa COULIBALY ; Soungoura DOUMBIA ; Fanta KANTE ; Safiatou COULIBALY ; Djaba TANGARA ; KONE Mama DIARRA ; Ismael DIABATE ; Karamoko BAMBA ; Doumbi FAKOLY ; Coumba SOUKO ; Clariste SOH-MOUBE ; Nathalie M’Dela-Mounier.



Traducción para www.sinpermiso.info: Anna Maria Garriga

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